Feilo Sylvania El Salvador y sus oficinas en Centroamérica se encuentran activamente acompañando con su tecnología LED las políticas de eficiencia energética en diversos ámbitos: residencial, comercial, industrial, privado y estatal.
“Migrar a tecnología LED trae consigo múltiples ventajas: el consumo es de un 88% menos de energía eléctrica que un bombillo incandescente tradicional y hasta un 50% menos que un tubo fluorescente, dijo el country manager de El Salvador, Vidal Hernández.
Las luminarias LED consumen menos Watts (W) y ofrecen un importante ahorro energético y económico. Por ejemplo, una luminaria de calle tipo mercurio consume 175W, la podemos reemplazar por una LED de 60W y tener un ahorro de un 65%, resultando en una importante disminución de la factura eléctrica para la municipalidad y/o gobierno local.
Los bombillos LED también consumen menos Watts comparados con sus semejantes en tecnología tradicional. Por ejemplo, un bombillo incandescente de 100W se puede reemplazar por uno LED de 12W, se obtiene la misma iluminación y un ahorro del 88%.
Además, con tecnología LED se permite dirigir el flujo de luz en una sola dirección y tener una mayor eficiencia lumínica. También poseen una vida útil mucho más larga: más de 12,000 horas en bombillos y más 50,000 horas en luminarias; requieren un mantenimiento mínimo, se pueden controlar colores (RGBW) e intensidad, e incorporan control tipo DMX, es de encendido instantáneo y compatible con otras tecnologías verdes como paneles solares.
El ahorro de energía de las luminarias LED representa también una reducción significativa en las emisiones de dióxido de carbono (CO2), convirtiéndose en una herramienta para reducir los efectos del calentamiento global. Un solo bombillo LED evita la emisión a la atmósfera de 10 kilos (más de 20 libras) de CO2 en doce meses.
Por estas muchas ventajas, la iluminación en tecnología LED hace mucho sentido al ahorro del sector residencial y a los planes de eficiencia energética en el sector comercial e industrial, alcaldías y otras instituciones estatales, debido a que a través de su uso, las edificaciones obtienen puntaje para la certificación LEED ( Leadership in Energy & Environmental Design).
En el caso de las luminarias públicas, basadas en tecnología LED, la inversión inicial puede alcanzar un costo alto en comparación con las soluciones tradicionales en mercurio, sodio o metalarc, pero son cada vez más los municipios en Latinoamérica que están migrando a LED, ya que el retorno de la inversión (RoI) es inferior a los dos años.
No solo es una cuestión de consumo, también hay ahorro por mantenimiento y reemplazos. Para dar un ejemplo, la vida útil de estas luminarias públicas basadas en tecnología LED es de más de 70.000 horas (basado en LM70), mientras que el de una luminaria con bombillo de sodio es apenas de 24.000 horas.
La tendencia hacia una matriz energética basada en fuentes renovables es muy creciente y favorable en Centroamérica, por lo que el pilar de iluminación, dentro de políticas de eficiencia energética, basada en tecnología LED es muy coherente y hace mucho sentido.
A diciembre de 2016, la capacidad instalada en los ocho países que integran el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) alcanzó los 20.237 Megavatios (MW), un crecimiento del 6,9% respecto al 2015. El 54,4% de esa capacidad correspondió a plantas que utilizan Fuentes Renovables de Energía (FRE). El mayor parque generador está en Guatemala (20,8%); Costa Rica (17,1%); Panamá (16,5%) y Honduras (12%).
Hasta el 2016, los países del SICA reportaron adiciones de nuevas centrales por un total de 1.659 MW. Un 79% fueron de origen renovable y el 21% termoeléctricas convencionales con base en hidrocarburos y combustibles fósiles, precisa el informe “Estadística del subsector eléctrico de los países del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), 2016”, elaborado por el experto Manuel Eugenio Rojas Navarrete.
Respecto a la matriz, un 53,7% de la energía eléctrica inyectada a las redes de alta y media tensión del servicio público en Centroamérica en 2016 provino de fuentes renovables destaca un reporte de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), publicado en diciembre de 2017.
Si bien la generación con base en hidrocarburos y combustibles fósiles aportó un importante 46,3%, la generación hídrica representó en el istmo un 36,2%, la geotermia contribuyó con 5,5%, la eólica con 5,3%, la producida a partir de bagazo de caña en ingenios azucareros un 4,8% y la energía solar 1,9%.
En la región, apunta el informe de la comisión, las fuentes renovables no convencionales (eólica y solar fotovoltaica y en menor medida el biogás) incrementan su participación.
Aparte de la tecnología de luminarias LED que favorece la eficiencia energética, algunos de los valores agregados que Sylvania ofrece en los mercados donde opera son: el espacio del showroom, que más que una sala de exhibición de productos es un lugar de asesoría para distribuidores y desarrolladores; equipo de diseño conformado por un grupo de profesionales en arquitectura e ingeniería para la elaboración de diseños de iluminación en proyectos, así como estudios técnicos basados en los estándares internacionales, entre otros.
También, recientemente, Sylvania anunció el inicio de construcción de una nueva planta de manufactura en Costa Rica, que iniciará operaciones en el 2019 y en la que se invertirá US$2.5 millones para la construcción y equipamiento; además de un moderno laboratorio de pruebas de las luminarias.
Entre otros beneficios para país, la nueva planta reducirá significativamente los tiempos de entrega en el mercado país de productos fabricados desde cero y desarrollará productos individualizados y completamente diseñados según las necesidades específicas de cada cliente y/o proyecto en el país.